martes, 30 de septiembre de 2014

Lo que yo quería era imposible.

De ninguna manera ha sido tu culpa, pues lo que yo quería era imposible, desde un principio cuando te vi, me gustaste para un idilio eterno, cubierto de amor, buenas intenciones y cosas de ese tipo que ya no se usan, porque como dice la canción: "soy un pasado de moda."

Entonces recordé que era imposible un idilio eterno contigo y con cualquier otra persona, porque la eternidad es algo que siempre ha estado allí y siempre estará, nunca tuvo un comienzo; me equivoqué, porque quizá lo que buscaba era un idilio infinito, pues el infinito sí tiene un comienzo, mas nunca termina.

Recibir algo parecido a un "no" de tu parte fue un poco triste, porque eres de las que persiguen luciérnagas y de esas ya no hay; nadie sabe por qué ya no las fabrican. Pero no te sientas culpable, porque lo que yo buscaba era algo filosóficamente imposible, y te doy gracias por haberme ayudado a darme cuenta.

Un día de estos iniciaré otra búsqueda, pero con otros parámetros, a ver si encuentro alguna mujer que crea en el infinito y que sea capaz de perder en las escondidillas por perseguir una luciérnaga.

La economía del artista.

Los involucrados en el arte saben que hay una recompensa muy grande dentro del ámbito, muchos incluso se quedan callados, esperando que los demás no lo descubran, como si eso les fuese a dar más.

Dostoyevski decía que "la pobreza y la miseria forman al artista.", ¿saben por qué lo decía?

Les diré por qué creo que lo decía, creo que él decía esto porque el artista vive en un nivel distinto al que vive el resto del mundo, el artista vive y experimenta la creación misma, cosa que los demás no pueden, y esto le da una recompensa mucho más elevada que el dinero y las cosas materiales mundanas; es una especie de moneda.

La moneda que recibe el artista es algo desconocido para los demás y totalmente incomparable a lo que el resto del mundo tiene acceso. La moneda que el artista gana puede comprar cosas que el dinero común no puede; esta moneda es fácilmente intercambiable con divisas como la satisfacción, la felicidad, la alegría, la realización y la inmortalidad.

Si algún día alguien te pregunta: ¿Por qué es bueno el arte?, con seguridad contéstale: "porque en ninguna otra cosa encontrarás riqueza mayor."

lunes, 29 de septiembre de 2014

Pido disculpas y doy gracias.

Si alguno de ustedes no encuentra la inspiración por ningún lado, le pido disculpas. Debo confesar que me la encontré el domingo 21 de septiembre de 2014 por el malecón de mi ciudad, estaba muy sonriente y distraída, no pude evitar perseguirla sin que me notara.

Cuando caminaba por una calle vacía me acerqué por detrás, no pude evitar darle un golpe en la nuca para desmayarla. La arrastré a mi calabozo privado en el sótano de mi casa y desde entonces la he tenido cautiva, ahora tengo acceso a ella cada que quiero.

Y doy gracias por ello.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Domingo.

Allí me encontraba, recostado sobre las piedras en una playa, extrañándola sin nunca antes haber estado con ella.

Ella era una persona nueva para mí, más sin embargo sentía que hacía años le conocía. Como por cosa del destino vino a dar a mi vida cuando más la necesitaba.

Antes del domingo no había entendido muy bien el por qué siempre se ha dicho que la mente es creadora, y vaya que lo es. Puedes repasar por tu mente una ilusión o un acontecimiento que quieres que suceda, y sin más un día llega. Tal vez, nuestra mente es creadora de destinos.

Ahora que han pasado las horas y el presente añorado es pasado, no me queda más que seguir creando mentalmente mi destino.

Y pensar... que ese día no quería salir de mi casa.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Benditas las malditas cosas que alguna vez fueron.

Hoy puedo mirar de reojo al pasado y ver que mis opiniones difieren según el tiempo, pues el tiempo le cede el paso a las cosas que ciegan nuestra percepción.

Hoy quiero confesar lo que antes dije y lo que digo ahora:

Bendita la hora en la que cruzó por primera vez el umbral de la puerta.
Maldita la hora en la que supe de su existencia.

Bendito el día en el que el río trajo con sigo su atención.
Maldito el día en el que decidí mojarme.

Bendito el momento en el que la partida de este juego comenzó.
Maldito el momento en el que las reglas cambiaron sin que me diera cuenta.

Bendita la tranquilidad bajo la noche estrellada de un día que no se olvida.
Maldita la tranquilidad con la que envié a la paloma mensajera, sin saber la desgracia que traería con sigo.

Bendito el beso de la maldad.
Maldito el beso duradero.

Malditos duendes, hijos de un pasado criminal.
Bendito par de dudas que me mantuvieron alejado del peor error.

Maldita llamada inoportuna, tan larga y vacía.
Bendito el sordo que hizo la llamada cuando yo más la necesitaba.

Maldito el rival insistente, que nunca nos dejó ser.
Bendito mi amigo, el cual inconscientemente resultó ser todo lo contrario a lo que pensé que era.

Malditos los estorbos que le bloquean el paso al deseo.
Benditas las moscas que huelen la mierda y vuelan a su al rededor.

Bendito el hubiera que no existe.

Bendita la razón pura, con un poquito de tequila.

Bendito el arte que siempre se ha robado casi toda mi atención.

Maldito el sufrimiento innecesario que sin sentido me he causado.