Nos vemos para la próxima.

   Eso fue lo que le dije, lo recuerdo perfectamente, quizá agregué algo previamente pero estoy seguro que eso fue lo que le dije: "Nos vemos para la próxima", y por decisiones que tomé recientemente no me será posible cumplir mi palabra, pues no habrá próxima.

   Pero no importa, lo sucedido es lo más importante, estar sentado frente a ella durante un par de horas mientras cenábamos, sentarme a su lado un par de pares de horas, despedirme apropiadamente de ella que es lo que importa, estrechar su mano y nunca olvidar su rostro.

   Esos momentos fueron memorables en mi vida, son parte de mis logros, y por esos momentos es que todavía creo que quizá la inspiración existe por pequeños intervalos, que existe a causa de esos instantes en los que sin esperarlos a menudo se presentan. Así lo creo porque ese pequeño momento que solo duró 2 segundos, me inspiró para componer tanto, me conmovió y me dio la energía para dejar de ser un mediocre por varios meses.

   Así es como "Gxis revido", una de mis composiciones nació, meses después de estrechar una mano suave y pálida.

Extracto de "Gxis revido"

11 Años.

   El tiempo es una cosa muy extraña, a veces el citar una cantidad de tiempo te puede sonar poco o mucho. En mi caso darme cuenta que han pasado 11 años es toda una sorpresa, porque aunque he vivido tantas cosas durante este tiempo, me resulta muy poco... como se dice comúnmente: "Parece que fue ayer".

   Desde entonces he tomado muchos autobuses, he perdido muchas horas, he ganado mucho conocimiento, he aprendido tantas cosas, he viajado, he descubierto nuevos lugares, he soñado tanto. Muchas personas son las que puedes conocer a lo largo de tu vida, pero en todo este tiempo no solo conocí personas, sino también encontré una segunda familia.

   He soñado con tantas cosas desde aquel mayo del año 2000, pero aún más importante.... he aprendido a soñar desde aquel momento. Yo sé que estaba destinado a vivir todo esto desde el momento en que nací, y vaya que ha sido increíble toda esta travesía. No tiene mucho que dejé estas ideas y personas atrás así que viviré bastante nostalgia en el futuro.

   Todos esos viajes, campamentos, paseos, reuniones, seminarios, congresos, fiestas y conferencias, todo lo recordaré con mucho cariño, a esas personas magníficas que conocí, a esa persona tan amable y dulce que conocí; a quien aprendí a amar, esa joven a la cual vi en 3 ocasiones, a la cual le compuse una canción y un par de sonatas, a ella sobre todo la recordaré con mucho cariño, siempre.

   En ocasiones pude sentirme como un esclavo, pude sentirme mal, pero al final fueron once años que no pasaron en vano, años que me sirvieron para crecer, para entender, comprender y aprender. Eso era todo lo que necesitaba.

   Y hoy, solo me queda dar gracias por haber estado ahí y haber experimentado tanto.

La vida te sonríe más de lo que le puedes pedir.

   Con tantos bebés que nacen con algún defecto o mueren a las horas de haber llegado a este mundo, con tantos niños que se enferman y mueren, otros tantos que mueren por algún accidente, atropellados, etc... con estas situaciones no sé como a veces te encuentras con gente que piensa que la vida los ha tratado mal, dicen: "Es que es injusto..." blah blah blah. Para mi el hecho de llegar a la edad de saber lo que significa la palabra injusto ya es mucho, ¿quejarte con la vida por ser un adulto?. No sé como no se dan cuenta que son tonterías y estupideces que solo salen de sus cabezas.

   No hay razón para pedirle a la vida, ella no nos debe nada, ¿qué le hemos dado como para ganarnos un incentivo?. Respirar, despertar cada día, tener un sol que nos dé energía, comer, tener la compañía de otras personas, alegrías, risas, lujos y hasta placeres, ¿a qué hora le hemos pagado eso a la vida?, ¿le hemos dado gracias alguna vez por el agua que nos tomamos?, tenemos una enorme deuda con ella, la cual no podremos pagar en el tiempo que dura una sola vida. Una deuda que la vida de vez en cuando nos cobra, y es en ese "de vez en cuando" cuando sacamos nuestras uñas como siempre, tomamos aire y nos quejamos de la vida como si no nos hubiera dado lo suficiente para estar viviendo en ese momento.

   Para la vida sería más fácil no estar con nosotros y dejar de escuchar las pendejadas que decimos; pero no lo hace... sigue con nosotros hasta que se da cuenta que no tenemos la intención de pagarle.

   Y todavía le pedimos a la vida como si alguna vez le fuéramos a pagar.

   En todo hay dos lados opuestos, ninguno de ambos es malo, ninguno de ambos es bueno, todo está en nuestra cabeza, vemos a la vida como algo bueno solo porque nuestro razonamiento no sería posible sin ella, le tememos a la muerte y la vemos como algo malo porque es algo desconocido para nosotros, ya que no sabemos nada de la muerte, quien experimenta la muerte no puede decirnos como es. Estoy seguro que cuando alguien muere simplemente cruza a otro lado, otra vida igual a esta pero con otro nombre... "muerte".

   Y nosotros venimos de allá, pero no nos acordamos. Para nada recordamos que antes de nacer estábamos tan asustados de vivir como ahora lo estamos de morir.

Un cambio en la vida.

   Bastante tiempo estuve fingiendo querer un cambio en mi vida, y lo hice tan bien que todos lo creyeron. Incluso yo lo creí, pues hubo un momento en el que me esforcé por cambiar, y todo iba perfecto hasta que... no cambié.

Y ahora que dejo esas ideas de cambio es cuando de verdad estoy cambiando.

   Mi problema siempre fue pensar que perdía el tiempo, pero siendo sincero si lo perdía, por tanto no tiene caso perder el tiempo y seguir siendo el mismo. Entonces dejé de perder mi tiempo.

   Y ahora, a menudo pienso en estas 12 horas a la semana que antes no tenía y digo, qué haré con ellas?. Aparecen tantas cosas posibles que me falta más tiempo, pero ya no hay más tiempo, esto es todo.

   Ahora que tengo tiempo espero tener vida suficiente para poder usarlo.

Escrito en 10 minutos.

   Me he propuesto escribir algo en 10 minutos, no importa que sea esto; lo importante es no pasarse del tiempo límite, con esto quiero ver que tan creativo me puedo poner.

   Comenzaré diciendo que estoy en la camioneta de mi padre, está estacionada en la esquina de las calles Lisboa y Colombia. Son las 9:23pm de el último martes de agosto del 2011.

   Veo gente que viene y va mientras escucho en mi iPod a Stravinsky, está nublado pero sin ganas de llover, hace algo de calor pero a la vez un poco de viento.

   Me seco el sudor de la frente y me lo limpio en la camisa mientras pienso que al llegar a mi casa publicaré esto en mi blog.

   Tengo 2 minutos para terminar de escribir así que me iré despidiendo, me divertí bastante llevando acabo este acto que considero poético.

Solo me rascaré el cuello por la comezón y escribiré fin...

FIN.

Gracias M...

A pesar de lo que mis amigos puedan llegar a pensar de mi, yo nunca he sido una persona sociable; para mi es muy difícil hacer nuevos amigos, a menudo desconfío de todos, desconfío de la historia, desconfío de los conocimientos, las ideas y las personas.

Con el tiempo aprendí que solo puedo confiar en ella.

Sin importar lo que suceda siempre está ahí. Si estoy triste me anima, si estoy alegre ella lo está también, cuando a nadie más le importo ella me hace ver que no necesito de nadie más; ella lo es todo.

Ella es mi religión, lo único en lo que creo, ella es mi Tao. Ella me ama tanto como yo a ella y me lo dice cada que puede, siempre estoy contento de escucharla decirlo. Adoro cada minuto que estoy con ella, cada cambio de carácter de su parte; aunque conmigo siempre está de buenas.

Cada día me doy cuenta que ella es lo único que vale la pena, y que a pesar de todo lo que hace por mi yo no respondo recíprocamente como debería; y que aunque soy un mediocre me acepta y me canta como a todos los demás, y lo hace de una manera tan hermosa que a veces me da por llorar.

Estoy muy agradecido con ella, siempre lo he estado, incluso antes de saberlo, ojalá pudiera darle algo a cambio de toda la felicidad que me da.

Gracias Música.

Rutina diaria.

A menudo nos cruzamos con las mismas personas constantemente, y esto es porque cada quien tiene su rutina. Hemos aprendido con el pasar de los años a seguir un patrón repetitivo de actividades: levantarse a la misma hora, dirigirnos hacia el trabajo por la misma ruta, en algunos casos desayunar lo mismo.

Pareciera que estas acciones hacen a la vida un tanto monótona, pero no es así. El día de hoy he descubierto que aunque parece igual, siempre hay pequeñas variantes que demuestran lo contrario. Las rutinas de las demás personas se mezclan con la tuya, a veces no falta la persona que siempre se sube al mismo camión que tu y se baja donde mismo, la que cruza la avenida junto contigo, la que sin querer te acompaña un par de cuadras caminando.

Todos miden su tiempo y acostumbran apegarse a él, y cuando tenemos un fallo en ese sentido nos sorprendemos de lo tarde que es, o temprano. En mi caso, a menudo hay personas que coinciden con mi rutina, las veo y me da alegría saber que siguen vivas, que siguen igual, que nada los detiene en su vida. Y cuando por alguna razón no están ahí incluso llego al extremo de extrañarlas.