El día de hoy Martes 3 de noviembre del 2009, he encontrado un pretexto para escribir en mi blog, la cosa es que tengo que pedir disculpas de antemano porque no podré ser tan claro como me gustaría (por cuestiones estúpidas); aunque si bien no es muy importante que sepan lo que omitiré, tampoco es algo que deban o necesiten saber.
El hecho es que hoy por hoy reconozco que la semana pasada contiene los días más importantes de mi vida hasta ahora, puesto que son los que me han brindado la oportunidad más fuerte para cambiar desde que tengo memoria. Ya había vivido momentos similares, pero lo más seguro es que no había tenido la capacidad suficiente para vivir el momento y razonar (concientizar); ahora que lo digo tampoco había tenido ni una poca de vergüenza de mi mismo.
Entre otras cosas estuve centrado en un objetivo más claro y con un poco de más madurez (no tanta como quisiera), logré ver varias de las cosas como deberían ser y acepté mucho más de lo que nunca hubiera creído (de lo que no me siento orgulloso - aclaro).
Disfruté, reí, viví, aguanté, bailé, perseguí, platiqué, conocí, recibí, cooperé, aplaudí, sonreí, saludé, desperté, dormí, reconocí, miré, amé y despedí... hice tantas cosas (aún sigo impactado).
Las horas de incomodidad, los lugares de lujo, los sentimientos negativos, las horas de viaje, los desvelos y los amaneceres forzados; todo eso queda olvidado... porque no es lo que me importa, eso no va conmigo ya.
Las personas que ví pasar... a las que les anhelo mucho el sentimiento que acabo de alojar, también les quiero contagiar las ganas que tengo de volver... de volver a ese lugar, ese lugar que no es específico, un lugar que se crea solo con la presencia de los afortunados que somos y de los guías que tenemos.
