jueves, 27 de noviembre de 2014

Lo que tengo que decir sobre Rayuela.

Hace algún tiempo terminé de leer Rayuela, de Julio Cortázar, y recuerdo que antes de empezar a leerlo estuve indagando por la web, buscando reseñas sobre el libro, encontré muchas opiniones distintas como siempre; si no lo amaban lo odiaban, que es el libro más aburrido del mundo, que es una joya, que la primera vez que lo leyeron no le entendieron y la segunda les fascinó. En fin, muchas versiones.
Por todos esos comentarios que leí me encontraba intrigado y emocionado antes de comenzarlo, pero conforme fui leyendo me di cuenta que era un libro común con muchas aspiraciones.
Me pareció muy pretencioso el inicio, eso de querer vender la idea de que un libro puede ser dos o muchos más libros sólo por la forma de leerlo. Lo que sí es que te plantea un dilema en ese momento: "¿Cómo lo voy a leer?"
A mí un amigo me recomendó encarecidamente leer el libro en la forma que Cortázar recomienda, ya saben, empezar por el 73 y luego pasar al 1, luego al 2, al 116, etc. Pero decidí leerlo de la manera "corriente" dijera Cortázar, con la pequeña variante de no dejar fuera los capítulos prescindibles después del 56. Así que leí el libro en su totalidad como si fuera un libro común, porque lo es.
Pienso que no hubiera sido muy difícil para don Julio ordenar los capítulos del libro de acuerdo a la historia que quería contar, ¿por qué no puso el capítulo 73 al inicio y lo llamó 1?, y así sucesivamente. Creo que no lo hizo porque Rayuela fue una especie de experimento para él, se nota en los capítulos con montones de errores de ortografía, o en ese otro que hay que leer entre lineas.
Experimento o no, el libro me encantó, pero al leerlo pude notar esos detalles que para otros pudieron ser la razón por la que lo abandonaron, o lo terminaron de leer a fuerzas aborreciendo cada párrafo.

¿Qué es Rayuela?

Rayuela son puntos de vista, opiniones y gustos de su autor, son recomendaciones de música, paseos por las calles de París, discusiones filosóficas, hay que estar muy acorde a temas culturales e intelectuales, hay que estar enterado de varios temas para digerir la lectura sin problemas, tienes que entender el francés y el inglés para no perderte entre las páginas. No te va a gustar Rayuela si no conoces París (al menos por google maps), si no hablas un poquito de francés (como mínimo saber que "rue" significa "calle"), quizá no te guste el libro si no te apasiona la idea de estar en un club como el club de la serpiente, o quizá no te guste el libro si jamás te has enamorado de una mujer tan ignorante e ingenua como Lucía, la Maga.
Como sea el viaje es increíble y muy entretenido, el libro es considerablemente largo pero créeme, vale la pena; yo leí las discusiones del club en la comodidad de mi cama, la tragedia que vivió la Maga sentado en mi sillón, si mal no recuerdo leí un montón de capítulos en la playa (porque fuí en dos ocasiones), leí también en un parque sobre el paseo de Horacio con Berthe Trepat (quien toca el piano pa'l carajo), recuerdo haberme avergonzado por las carcajadas que solté esa vez, la gente se me quedaba viendo. Recuerdo haber leído un capítulo mientras me tomaba un té, también recuerdo haber leído otro en la madrugada mientras escuchaba la lluvia. Tengo muchos recuerdos de esa novela.
Y pues... nada, sólo me resta decir que la recomiendo mucho, pero ahora que sabes lo que necesitas para disfrutarla espero que te prepares, empápate de arte y cultura, de ideas y conocimientos. Espero que procures leerla antes de morir.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Sí, fue un sueño.

Aunque hay pruebas de que lo sucedido en ese día fue real, sigo empeñándome en creer que todo fue un sueño, porque todo era tan diferente, yo ni siquiera vestía como suelo vestir, no parecía un día como los que acostumbro vivir.
Primero subo a un camión al que jamás había subido, el cual me lleva a un sitio al que jamás había ido; hasta aquí van dos "jamás había". Luego de un breve descenso me encuentro con un lugar en el tiempo y el espacio donde en la mitad el clima es "nublado" y la otra mitad soleado.
El protagonista de la historia que se extiende hasta perderse en el horizonte está en completa calma, paz y quietud.
Y por un momento me veo rodeado de preciosas fotografías que no puedo tomar, de figuras en las nubes que sólo yo puedo ver, de notas musicales que vuelan frente a mí, y palabras y palabras que forman conversaciones que no estoy leyendo en un monitor; locuras, cosas cotidianas y hasta chismes.
Y miro unos ojos, y miro unos labios, entonces prefiero perderme agresivamente en la idea de que todo es un sueño.
Y cuando llega la hora desconocida, el momento de tomar el camión para volver a la realidad, empiezo a despertar y son las 6 de la mañana del día siguiente.
Sigo siendo el mismo, pero mi mundo cambió.